Proyecto Ganador del Reto Británico Edición 2022 – 2023: Madres emprendedoras de Villamar – Ancón

Yohana Rojas se convirtió en madre soltera a sus 17 años, y aunque tuvo el apoyo de sus amigos y familia, conoce de primera línea la lucha que una mujer sin apoyo puede atravesar y más aún si tiene carencias tanto emocionales como financieras. Por eso siempre se decía “algún día yo también voy a poder ayudar a otras mamás en mi situación”.

 

La mamá de Yohana vive en Villamar, una asociación popular del distrito de Ancón en Lima, por lo que ella va con frecuencia a la comunidad, y es gracias a esas visitas que conoce a las vecinas de su mamá, así como sus historias, se da cuenta que han sufrido abandono, maltrato físico, psicológico, desempleo, violencia doméstica y todo tipo de situaciones a las que sobreviven día a día. 

Se propone entonces intentar aliviar esa carga por medio de un proyecto que dé soporte a estas madres emprendedoras para gestionar un negocio que las pueda ayudar a empoderarse y volverse económicamente exitosas, para el bien de ellas y sus hijos, es así como en 2022 siendo docente de inglés decide participar del Reto Británico que es un fondo concursable abierto a todos los colaboradores de la Asociación Cultural Peruano Británica, que busca generar oportunidades y soluciones para problemas sociales de nuestro país. Allí conoce a David Zuñiga, profesor también, y quedan como uno de los 3 equipos ganadores, accediendo a un fondo de 15 mil soles.

Yohana nos cuenta que en Villamar es común acudir a prestamistas, quienes solo necesitan tu nombre y DNI para hacerte un préstamo, por eso al inicio fue muy complicado ganar la confianza de las mamás, porque había que convencerlas de que la ayuda era real, que no usarían sus datos para comprometerlas en actividades ilegales. “Al ver la inasistencia, decidimos hacer rifas de diferentes productos como saquitos de azúcar, solo así llegué a proponerles el proyecto, igualmente ayudó decirles que era la hija de una de sus vecinas”.

La iniciativa consistía en realizar una convocatoria para las mujeres de la zona, a quienes se les brindarían carritos industriales de venta de comida, para que puedan lanzar sus propios emprendimientos, además de ser capacitadas en áreas como: administración de negocios, finanzas, creación de plan de negocios, hogar y familia, relaciones afectivas. Para ello contaron con el apoyo de otros voluntarios de Británico, quienes dictaban estas charlas de forma virtual, donde la asistencia era clave en la continuidad del programa, también por ello al final de cada sesión sorteaban alimentos para apoyarlas y promover su participación.

Las mamás se formaban en parejas y decidían qué vender, su elección en el rubro de comida fue porque es de retorno rápido, tiene mercado y sale diario. Inicialmente pensaban colocar sus carritos fuera de sus casas, pero al ver que no había tanta afluencia tuvieron que buscar otro lugar con más acogida.

Los 6 equipos que se crearon fueron:

– 2 de Broaster

– 2 de Anticuchos

– 1 de Jugo

– 1 de Cachangas

Todas firmaron un compromiso en donde debían trabajar juntas y reunir un fondo para comprar otro carrito y ambas se independicen.

Uno de los retos dentro de la implementación del proyecto fue la logística, ya que la zona de Villamar no tiene saneamiento ni pistas, por lo que las mamás necesitaban coches con llantas grandes para que avancen en la arena, potentes, pero sobre todo funcionales. Como nos comenta Yohana “no solo bastaba con comprar el carro sino implementarlo para que puedan a vender cuanto antes, donamos también aceite para los brosters, harina para las cachangas, un pela naranja para los jugos porque se vendía a parte”.

Aunque el foco era la generación de ingresos por medio de un negocio propio, para Yohana y David era muy importante incluir un acompañamiento, sobre todo psicológico, pues creían que era necesario fortalecer a las mujeres para lograr que sean independientes tanto financiera como emocionalmente, incluso Yohana cuenta que una de las mamás sufrió la pérdida de un hermano durante ese tiempo, por lo que se contactaron con una psicóloga, para que pueda recibir las atenciones necesarias. 

Al día de hoy este proyecto ha transformado la  vida de 12 madres, de las cuales un equipo ya se independizó y cada una tiene su propio carrito, mientras que otra mamá acondicionó su jardín para abrir un pequeño restaurante que tiene buena acogida, y las demás continúan vendiendo e incluso han ganado clientela en los puntos donde están. Pero el logro y factor de éxito para Yohana fue haber cultivado la confianza entre el equipo de Británico y las mamás, con quienes se ha creado una comunidad de soporte “mi deseo siempre fue poder apoyar a otras mujeres en mi situación, quizás el dinero no ha salido de mi bolsillo pero ayudé a gestar esta idea y por ese medio he podido dar la mano a quienes están en la misma desventaja que yo estuve”.

Yohana sigue visitando y comunicándose constantemente con las mamás, además de estar diseñando un nuevo proyecto para Villamar relacionado a la segregación de residuos. Y les deja un mensaje a los colaboradores de Británico que están pensando en postular a la siguiente edición del Reto Británico:

“Yo les diría que no desperdicien esta oportunidad, un premio como ese puede marcar un antes y después en zonas muy poco desarrolladas como Villamar. Les comparto el caso de una mamita que me decía que no esperaba la ayuda de nadie, salía con su carrito de madera que le había hecho su hijo, vendía cachangas con ellos porque es madre soltera. Y ahora con un carrito potenciado e insumos puede ahorrar un montón, un sol para nosotros puede significar una gaseosa, pero para ellos puede significar tener o no almuerzo. Si tenemos los ojos bien abiertos podríamos ver muchas oportunidades de progreso, a veces estamos tan sumidos en nuestro trabajo que no lo hacemos”.